El segundo paso es bastante obvio. Habiendo orado una
oración como la anterior, querrás empezar a ponerla en
práctica—o sea, realmente someterte a Jesús. Sin duda
alguna, vas a necesitar hacer cambios en muchas áreas de
tu vida. Tendrás que abandonar tus conductas rebeldes
(como avaricia, ira, egoísmo, etc.) y comenzar cosas nuevas
que agradan a Dios (como generosidad, bondad, amor y
paciencia). Este segundo paso te va a acompañar el resto de
tu vida, pero Dios estará contigo todo el tiempo. Te hablará constantemente (por medio de tu lectura de la Biblia),
continuará escuchándote y ayudándote (cuando ores), te
dará la fuerza para cambiar y para vivir según su voluntad
(por medio de su Espíritu que vive en ti), y te proveerá de
hermanos y hermanas para animarte en el camino (al reunirte
con otros cristianos).
El segundo paso es someterse a Jesús y empezar a vivir bajo
su autoridad. |
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