1. Conversar con Dios

Lo primero que tienes que hacer es conversar con Dios. Debes admitir delante de él que te rebelaste contra él, que mereces el castigo, y que le estás pidiendo que tenga misericordia de ti porque Cristo murió en tu lugar. También necesitas pedirle que te ayude a cambiar de rebelde a alguien que vive bajo la autoridad de Jesús. Puedes orar así:

Dios,

Sé muy bien que no merezco que me aceptes. No merezco el regalo de la vida eterna. Soy culpable de haberme rebelado contra ti y de haberte ignorado. Necesito tu perdón.

Gracias por enviar a tu hijo a morir para que yo pueda ser perdonado. Gracias por haberle resucitado de la muerte para darme vida nueva.

Perdóname y cámbiame, para que pueda vivir bajo la autoridad de Cristo. Amén.

Entonces, el primer paso es orar.

 

 

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